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Vesna Marinkovic U.

Remarcando la importancia de los combustibles fósiles en la demanda energética, reconoce que la transición es necesaria, aunque cuestiona si seremos capaces de manejarla minimizando los costos humanos, financieros y materiales...

1Algunas universidades en Estados Unidos y Europa han dejado de invertir en combustibles fósiles y apuestan fuertemente por las renovables, ¿cuál su opinión al respecto?

Se puede constatar que empresas, organizaciones, investigadores y tantos actores realmente están invirtiendo recursos, conocimientos y tecnología para seguir ampliando el componente renovable de las energías. Veo en ello una tendencia positiva y alentadora y, en particular, desafiante para las universidades pues, como siempre, son convocadas a expandir la ciencia y la tecnología para solucionar problemas que constantemente se renuevan en el mundo real.

2Cambridge y Oxford en Europa han confrontado también fuertes presiones de universitarios dirigidas a eliminar carreras como Ingeniería Petrolera y esto lleva a pensar si, en efecto, las energías renovables podrán abastecer toda la demanda de energía que existe a nivel global…

Toda transformación física, química o industrial conlleva residuos. Es inherente a la actividad productiva del ser humano. Cada vez que se ha dado un salto tecnológico ha habido cambios de procesos con sus propios desechos. La industria y el transporte generaron dióxido de carbono que llegaron a provocar cambios climáticos. Lo renovable también, en algún momento dejará sus huellas, aunque se amortigüe el impacto de los hidrocarburos. Existen analistas que consideran que el cambio de matriz energética demandaría inmensos territorios para asentar suficientes paneles solares o turbinas eólicas. En otras palabras, no se prevé que las renovables, por sí solas, puedan abastecer toda la demanda de energía planetaria.

Impulsada por los avances en la supercomputación y el aprendizaje automático, la industria ha logrado entrenar grandes modelos de inteligencia artificial que pueden llevar a cabo una amplia variedad de tareas utilizando el lenguaje natural, desde resumir y generar texto hasta crear imágenes fotorrealistas y escribir código informático sofisticado. Estos modelos ya están ayudando en tareas como la síntesis de contenido, la gestión de documentos y la optimización de flujos de ventas, y podrían eventualmente extenderse incluso a áreas como el diseño de nuevas moléculas para medicamentos o la creación de recetas de fabricación para modelos 3D.

3Esta tendencia de desinversión en combustibles fósiles está afectando a empresas y países dedicados a la explotación y producción de combustibles fósiles en todo el mundo, ¿una moda, una crisis o una transición estratégica?

Es una transición necesaria, aunque las empresas y los países la impulsan en forma diferenciada. La pregunta más bien es si seremos capaces de manejarla minimizando los costos humanos, financieros y materiales. Los grandes perdedores, hasta ahora, somos los países pobres, a quienes nos faltan capacidades gerenciales, económicas y de sintonía con el contexto internacional.

La globalización de la energía no es reciente, pero ahora hemos llegado a mayores niveles de dependencia de las variaciones del mercado mundial y arrastrados por los vientos de corrientes externas que limitan los cambios acelerados que requiere la tecnología. Por eso es que ahora es cuando más debemos investigar y formar profesionales, pues mientras menos gas vendamos, más energía humana vamos a necesitar. De todo tipo. Y en todo tiempo y lugar. La energía es, siempre, el resultado de consensos internos.

“El dinero normalmente escasea más por falta de garantía jurídica o de retorno que por el tipo de energía.”

4Algunas empresas petroleras han manifestado que, en este estado de cosas, hasta los organismos internacionales se niegan a financiar proyectos de exploración petrolera, ¿esta situación está perjudicando a países productores de hidrocarburos como Bolivia, por citar un ejemplo?

En el mundo de las Finanzas casi siempre se impone la lógica del dinero. Y el dinero siempre requiere dos aspectos mínimos: seguridad y rentabilidad. No existen mecanismos financieros si la inversión es riesgosa, a nivel técnico, social y/o jurídico. El dinero normalmente escasea más por falta de garantía jurídica o de retorno que por el tipo de energía.

5Toda esta situación está influyen do en las universidades del país? ¿En la UPSA de alguna manera particular?

Soy testigo de que la UPSA siempre responde por lo positivo. Día tras día, los formadores tenemos que seguir con fe en el futuro que se construye para las generaciones venideras, las cuáles cada vez más adoptan la lógica del Desarrollo Sostenible, cuya ética precisamente trata de conciliar los derechos del presente con los del porvenir. Los jóvenes van aprendiendo que todo problema, grande o pequeño, se puede solucionar. Saben que los dilemas que vivimos tienen respuesta y que la realidad no se la espera, se la construye. En ese sentido, la UPSA es una escuela de vida, una escuela de líderes que saben lidiar simultáneamente con los desafíos de las nuevas tecnologías y de la vieja y perseverante pobreza.

6 Después de esto, ¿podrá la academia “per se” aportar a construir un mundo menos complejo medioambientalmente hablando?

La tendencia moderna es la de fomentar redes de cooperación que integren alianzas entre Empresas, Sociedad, Estado y las Academias. Cada actor con su rol, y con un objetivo en común: alcanzar el paso acelerado de la ciencia y no dejarse anclar por el disenso interno.

7 Por el momento, la UPSA ha decidido apostar también a la Ingenie ría Mecatrónica, ¿buenas perspectivas?

A Ingeniería Mecatrónica y Robótica la llamamos cariñosamente ME-RO en la UPSA. Lanzamos esta carrera que es nuestro nuevo gran aporte, precisamente cuando la UPSA cumple 40 años de servicio a la comunidad y al país.

La UPSA ya ha formado 10.500 graduados en empresas e iniciativas locales, nacionales e internacionales. Ahora vamos a reforzar nuestro rol en la vanguardia tecnológica actual y con muy buenas perspectivas.