A una semana de la inauguración del Gasoducto Norte, las provincias del noroeste argentino volvieron a abastecerse del suministro boliviano

A menos de una semana de la inauguración de las obras para la reversión del Gasoducto Norte, que permitiría reemplazar las importaciones de gas natural boliviano con gas de Vaca Muerta , Argentina retomó la compra de gas desde Bolivia. Según datos del Ente Nacional Regulador del Gas (Enargas) y de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), el martes ingresaron al país 1,2 millones de metros cúbicos de gas provenientes de Bolivia, y se espera que el suministro continúe hasta este sábado.

Desde mediados de septiembre, el norte argentino había dejado de recibir gas de Bolivia, abasteciéndose a través de gas natural licuado (GNL) importado desde Chile, que era regasificado antes de su transporte por el Gasoducto Norandino. El último acuerdo con Bolivia se había iniciado en 2006 y concluyó hace unas semanas, coincidiendo con la puesta en marcha de la reversión del Gasoducto Norte en Córdoba.
 
La reanudación de los despachos de YPFB se acordó bajo la modalidad de suministro interrumpible, es decir, sujeta a disponibilidad en Bolivia. Aunque el gobierno aún no precisó los motivos específicos de esta medida, fuentes cercanas al sector energético indicaron que se buscó cubrir la demanda de gas en provincias del Noroeste con esta importación puntual, ya que por algún motivo el gas de Vaca Muerta no pudo llegar a la región como se había proyectado.
 
La decisión de retornar a las importaciones bolivianas estaría relacionada con el costo: el GNL importado desde Chile en las últimas semanas tenía un precio aproximado de 20 dólares por millón de BTU, mientras que el gas boliviano recientemente ofrecido se sitúa en torno a los 8 dólares, lo que implica un ahorro considerable para el país en términos de gasto energético. Esta diferencia de costos se debe a que el acuerdo anterior de importación con Bolivia incluía un precio cercano al doble del actual, bajo condiciones de contrato más estrictas.
 
El proyecto de reversión del Gasoducto Norte, anunciado como un avance hacia la independencia energética, forma parte de la estrategia para reducir la dependencia de importaciones y suministrar de gas natural al norte de Argentina.
 
Al momento, no hubo respuesta oficial de Enarsa sobre las razones por las cuales el gas de Vaca Muerta no fue suficiente para cubrir la demanda actual. Sin embargo, algunos analistas apuntan a factores de infraestructura y logística que podrían estar dificultando el traslado de los volúmenes necesarios desde la cuenca neuquina hasta las provincias norteñas.
 
El acuerdo con Bolivia bajo modalidad interrumpible podría mantenerse hasta finales de año, si el país vecino continúa teniendo disponibilidad de suministro. La situación actual sugiere que el gas boliviano seguirá siendo una opción a considerar para el gobierno argentino en caso de que surjan nuevos picos de demanda o complicaciones en el transporte interno desde Vaca Muerta.



Fuente: ADN Sur






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