La organización empresarial advirtió que la campaña de invierno está en riesgo por la falta de combustible, el alza de costos de los productos y las trabas a la exportación. Acusó al Gobierno de sostener un modelo intervencionista que ahoga al sector productivo.

El presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), Klaus Frerking, advirtió este miércoles que el sector productivo enfrenta una situación crítica por la falta de combustible y la incertidumbre económica que afecta el normal desarrollo de la campaña de invierno. En una conferencia de prensa, el representante gremial reclamó decisiones estructurales y urgentes al Gobierno, y cuestionó la política intervencionista que —según dijo— asfixia al agro boliviano.

“El problema ya no es sólo de abastecimiento, es de credibilidad. Si no hay confianza en el Estado, no sabemos hacia dónde vamos a terminar como actores económicos”, afirmó Frerking. Señaló que el país enfrenta simultáneamente una crisis económica, energética y de institucionalidad.

Actualmente, el sector agropecuario se encuentra en plena siembra de invierno, que abarca unas 1,2 millones de hectáreas. Sin embargo, el acceso limitado al diésel —clave para la maquinaria agrícola y la zafra cañera— pone en riesgo la producción de alimentos básicos como carne, leche, huevos y azúcar.

“El Gobierno tiene que garantizar la provisión oportuna de combustible. En junio se necesitan 28 millones de litros solo para la siembra. No podemos planificar si el combustible llega tarde o no llega”, afirmó.

Consumo de diésel
Frerking recordó que el agro apenas consume el 16% del diésel total que requiere el país —unos 390 millones de litros al año—, pero con ese volumen sostiene el abastecimiento de alimentos para 11,5 millones de bolivianos. “El productor agropecuario no puede depender de decisiones detrás de un escritorio. Los ciclos agrícolas no son negociables”, subrayó.

También apuntó que la zafra cañera, que concentra más del 90% de la producción de azúcar del país, está en curso y requiere grandes volúmenes de combustible para evitar pérdidas. “Se trata de productos que no pueden cosecharse fuera de temporada”, dijo.

Críticas al modelo intervencionista
El titular de la CAO lanzó duras críticas a la política económica del Gobierno, a la que calificó de “intervencionista” y “contraproducente”. Señaló que el precio de los insumos agrícolas ha subido hasta un 250% en comparación con 2023, mientras las transferencias bancarias en el sector agropecuario se incrementaron un 170%.

“Si yo tengo un costo 250% más alto, pero estoy regulado para vender, ¿cómo vamos a sostenernos? Esto no es viable. Necesitamos apertura del mercado y decisiones valientes”, cuestionó.

Como ejemplo, citó al sector lechero, que ya perdió más de 100 unidades productivas en lo que va de 2024, y produce 200 mil litros de leche menos por día. “No podemos seguir trabajando con precios intervenidos y reglas que no reflejan la realidad del mercado”, dijo.

Exportaciones y contrabando
Consultado sobre las restricciones a la exportación de carne y otros productos, Frerking advirtió que el cierre de mercados legales sólo beneficia al contrabando. “La exportación deja divisas, genera empleo, da seriedad al negocio. El contrabando no deja nada. El Gobierno debe cuidar las fronteras y dejar de culpar al productor”, declaró.

Aseguró que sólo el sector ganadero podría generar hasta 600 mil dólares por día si se libera el comercio exterior. “Si el Gobierno no tiene dólares para importar combustible, ¿por qué no permite que los sectores que pueden generarlos lo hagan?”, preguntó.

El agro no puede improvisar
Frerking insistió en que el agro no funciona por decreto, sino por planificación a mediano y largo plazo. “Un animal que llega al frigorífico tarda más de dos años en criarse. Si no hay condiciones ahora, no habrá carne después. Y sin combustible, sin dólares, sin seguridad jurídica, el país no va a despegar”, sentenció.

Finalmente, exigió al Gobierno dejar de lado los discursos y actuar con firmeza. “La agropecuaria boliviana no se hace en papel, se hace en el campo, con decisiones reales, no con promesas. Es hora de dejar la política y gobernar con responsabilidad”, concluyó.



Fuente: El deber