Con motivo de un año más del Estado Plurinacional de Bolivia, el presidente, Luis Arce Catacora, llamó a la población a defender el actual modelo económico Social, Comunitario y Productivo, en donde la redistribución de los ingresos es medular.
Arce remarcó que la industrialización es el norte de su gestión, “en donde la presencia del Estado será fuerte”.
“La industrialización de sustitución de las importaciones es importante, más con nuestros recursos naturales como el litio. Por eso pido a la Asamblea Legislativa aprobar los dos contratos sobre el litio, a no bloquear y viabilizar el ingreso económico”, señaló el jefe de Estado.
Sobre el encarecimiento del precio de los alimentos, Arce indicó que es resultado de los productos importados y de los nacionales por lo que indicó que se debe controlar el agio y la especulación; y para defender el bolsillo de los bolivianos se elaboró normas legales “que no buscan castigar al buen empresario, al buen industrial, al buen productor”.
Sobre este tema un Ampliado Multisectorial, que se realizó el martes en la ciudad de La Paz con participación de empresarios, productores, transportistas y gremiales, amenazó con ir a una movilización, a partir del 10 de febrero, si el Gobierno no deroga la disposición séptima de la Ley 1613 Presupuesto General del Estado (PGE 2025).
La disposición adicional séptima de la Ley 1613 “faculta a las entidades competentes, activar acciones de control, fiscalización, confiscación y/o decomiso de productos, a los actores de comercialización de alimentos, que almacenen o retengan y/o pretendan encarecer los precios de los mismos”.
Del encuentro multisectorial participaron representantes de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), de la Cámara Nacional de Industrias (CNI); de la Cámara del Transporte del Oriente; de la Confederación Agropecuaria Nacional (Confeagro); de la Cámara de Exportadores de Santa Cruz (Cadex); de la Cámara Nacional de Exportadores (Caneb); y de la denominada Confederación Sindical de Trabajadores.
Observaciones
Fernando Romero, presidente del Colegio de Economistas de Tarija, sostuvo que el discurso fue más político electoral y que se dejó en segundo plano el tema económico.
Romero precisó que se apuntó a la industrialización, un aspecto que considera de largo aliento, observó que el programa de sustitución de las importaciones aún es incipiente, pues “la economía nacional sigue importando el 70% de los insumos que necesita para generar un producto y que ese porcentaje sube si se toma en cuenta al contrabando”.
“El presidente hablo de una traba interna haciendo referencia a los $us 1.600 millones de crédito externo que no se aprueban en la Asamblea, pero se debe hacer notar que esos recursos no van a solucionar la actual crisis”, remarcó Romero.
El economista, Gonzalo Chávez, señaló que en el corto discurso Arce habló sobre los dos contratos de litio que esperan ser aprobados por la Asamblea, “pero son contratos desfavorables y entreguista de este recurso natural estratégico”.
“También habló de la inflación y como siempre culpó a los productores, comerciantes y analistas, ignorando que la inflación es también resultado de la política monetaria de su Gobierno, como el financiamiento del Banco Central de Bolivia al Tesoro General del Estado”, observó Chávez.
La insistencia en el control de los precios refleja, según el economista, una ignorancia sobre la naturaleza multidimensional de la inflación. “Un primer paso sería respetar la autonomía del Banco Central y que no sea la caja chica del Ministerio de Economía, así se lograría frenar la expansión monetaria”, indicó.
Tanto Romero como Chávez coincidieron que el discurso dejó muchas lagunas y que en el tema económico no se abordaron los verdaderos temas que explican la actual coyuntura económica. No se mencionó el déficit público, el comercial, la recuperación del Banco Central de Bolivia, el sinceramiento del precio de los combustibles, la promoción de las exportaciones, la escasez de dólares y el abastecimiento irregular de gasolina y diésel, detallaron ambos economistas.
Fuente: El Deber
Fuente: El Deber