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Brasil se encamina a demandar más gas natural y pasar a ser un mercado dinámico con diversos oferentes…”

El mercado de gas natural en Brasil está bajo una profunda y avanzada reforma, que busca dejar atrás el secante monopolio que ejercía Petrobras en toda la cadena, lo cual resultó devastador.

Basta resaltar que un usuario industrial en EE.UU. pagaba US$3-5 por millón de BTU (MBTU); uno en Italia (con gas importado), entre US$7/MBTU y US$9/ MBTU; y paradójicamente uno en Brasil, entre US$9/MBTU y US$12/MBTU.

El resultado fue que los precios elevados para el sector eléctrico y para los usuarios de gas natural hicieron al país menos competitivo, por lo que sus ciudadanos tuvieron que pagar las consecuencias. Ahora el sector de gas natural se prepara para que Petrobras salga totalmente de todos los eslabones de la cadena y se dedique a comercializar el gas que produce, al tiempo que privatiza para ello casi todos sus activos.

Por esto y por otras razones Brasil se encamina a demandar más gas natural y pasar a ser un mercado dinámico con diversos oferentes, un segmento de transporte con acceso abierto, distribuidoras con más regulación y privatizando activos y, sobre todo, usuarios que deben aprender a buscar su gas de producción nacional (principalmente costa afuera) e importaciones de GNL de Bolivia y (¿por qué no?) plantear la importación desde Argentina como lo proponemos en esta columna.

Según proyecciones estudiadas de producción de reservas P1 de gas natural en Bolivia, este 2021 la capacidad máxima es de 48 millones de metros cúbicos al día (Mm3/d). En 2023 esta se situará en aproximadamente 42Mm3/d, en 2025 bordeará los 32Mm3/d y en 2030 estará cerca de 17Mm3/d. La demanda del mercado de Bolivia fluctuará entre 12Mm3/d y 15Mm3/d en ese período.

La escasa exploración en Bolivia tuvo además la mala fortuna de topar con varios pozos secos. Boicobo podría dar 2,0M-2,5Mm3/d adicionales en dos a tres años. Si la suerte acompaña en Sararenda X3 y Margarita X10, en cerca de media década podrían dar algo nuevo de reservas y producción. Los prospectos Los Monos y San Miguel representan volúmenes muy insignificantes comparado con la declinación existente, la demanda del mercado interno, el contrato de exportación a Brasil y las renovaciones que quedan con Argentina.

En este contexto es que los ductos que llevan gas hacia Río Grande (Gasyrg y Yabog) quedarían con capacidad ociosa, al igual que GTB (lleva gas a la frontera) y también TBG en el lado brasilero (que lleva gas hasta São Paulo y el sur del país).

Según estimaciones, Yabog/Gasyrg tendrían 10Mm3/d de capacidad ociosa este año. Para 2025 esa capacidad ociosa estaría en 12Mm3/d y para 2030, en 22Mm3/d. Para GTB, la capacidad ociosa de este año es de 12Mm3/d; en 2025, de aproximadamente 16,5Mm3/d; y para 2030, de 28,5Mm3/d.

Para el caso de TBG (en caso de que no se revierta), la capacidad ociosa es de 10Mm3/d en 2021, de 12Mm3/d para 2025 y de 24Mm3/d para 2030. Además, está GOB (destino Cuiba) con una capacidad ociosa de 2,5Mm3/d y con un gran mercado que puede expandirse. Toda esta capacidad sin uso previsto debe y puede utilizarse, al tiempo que se puede considerar almacenamiento en Bolivia que sirva para las oscilaciones y estacionalidad de la producción y la demanda, es decir, en el pico del invierno en Argentina y el estiaje en Brasil. Un verdadero proyecto de integración utilizando infraestructura existente.

La alternativa óptima es que el gas ya descubierto (shale) en Vaca Muerta, con explotación eficiente y de escala, pueda lograr muy bajos costos de producción como ya se ha demostrado.

La producción puede levantarse muy rápidamente como lo demostró Tecpetrol, que en 12 meses subió de 3Mm3/d a 16Mm3/d. Si un solo operador puede hacer esto, varios operadores en conjunto podrían sin duda atender una gran parte del creciente y dinámico mercado de Brasil.

Finalmente, las adecuaciones para una reversión en el sistema de transporte argentino para llegar a Bolivia pueden realizarse en forma incremental, sin hacer muy fuertes inversiones iniciales de capex como lo necesita el gas que podría ir por Uruguaiana.

Si no se actúa oportunamente, el TBG se revertirá y el mercado quedará en manos del competitivo GNL importado y el gas del presal. Los ductos de Bolivia no recibirán ingresos por transporte. Tanto nos llenamos la boca hablando de integración… creemos que es hora de actuar.

“Según estimaciones, Yabog/Gasyrg tendrían 10Mm3/d de capacidad ociosa este año”

(*) Exministro de Hidrocarburos de Bolivia y actual socio director de Gas Energy Latin América.