GOBIERNO AFIRMA QUE EL 12% ES EL LÍMITE para la mezcla de etanol con gasolina y tiene amplia aceptación en el mercado
Mientras el Gobierno afirma que la mezcla de etanol con gasolina en un porcentaje de 12% tiene amplia aceptación, analista sostiene que el plan gubernamental es ir más allá de este porcentaje y que ninguno de los motores, de los 3 millones y más de vehículos que hay en el país, son motores flexibles y sólo aceptan el 10 por ciento…
EDICIÓN 128 | 2024
UCOM MHE/ENERGÍABolivia
El límite establecido para la mezcla de etanol con gasolina está en el rango del 10% y 12%, y fue perfectamente asimilado por el parque automotor boliviano. Además, tiene amplia aceptación en el mercado, afirmó el ministro de Hidrocarburos y Energías, Franklin Molina Ortiz.
“Me parece que hay una mala intención de transmitir información de manera sesgada acerca de las mezclas de etanol con gasolina”, manifestó la autoridad al rechazar versiones de parlamentarios y analistas de oposición que buscan confundir a la población con argumentos que no tienen asidero real.
Explicó que las mezclas están autorizadas por la Ley 1098, de septiembre de 2018, que establece las mezclas de aditivos con combustibles fósiles. Después de realizar estudios y pruebas, se estableció el límite de mezcla en un 12%, añadió e indicó que estos procesos en otros países son normales; por ejemplo, las mezclas autorizadas en Brasil son del 25% y en Paraguay del 27%.
REDUCIR LA DEPENDENCIA DE LOS FÓSILES
Respecto al Decreto 5135, la autoridad dijo que representa un paso significativo hacia la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles y la promoción de alternativas amigables con el medio ambiente en el sector energético. La norma autoriza la incorporación de aditivos de origen vegetal, como el biodiésel y el etanol con los combustibles fósiles, en una proporción de hasta el 25%, pero aclaró que eso no es inmediato.
“Respecto al Decreto 5135, la autoridad dijo que representa un paso significativo hacia la reducción de la dependencia de los combustibles fósiles y la promoción de alternativas amigables con el medio ambiente…”
La autoridad también recalcó que cualquier porcentaje superior al 12% estará sujeto a estudios técnicos y pruebas que realizará YPFB. Recordó que, en la actualidad, el mercado nacional cuenta con diferentes tipos de gasolina, entre ellas gasolina especial plus, la gasolina premium plus y la gasolina súper etanol, todas con una mezcla de hasta el 12% y de amplia aceptación en el mercado nacional.
Acerca de los incentivos al uso de vehículos flex fuel, Molina manifestó que la norma busca promover el uso de vehí- culos que puedan funcionar con mezclas más altas de etanol (85% de etanol), ofreciendo incentivos fiscales y arancelarios para estimular su adopción en el mercado.
NI EL ETANOL NI EL BIODIÉSEL
En opinión de Carlos Alberto Poveda, ex gerente de Ingeniería en Petrobras Bolivia, para ninguna de las factorías de biodiésel en El Alto, Buena Ventura y Santa Cruz, que buscan disminuir al menos la importación de este combustible; hay la materia prima que permita sustituir aproximadamente el 22% de la demanda en 2030 y que el funcionamiento de las tres significarían una erogación de 700 millones de dólares que tampoco existirían, además del desastre ecológico que están provocando a partir de la ampliación de la frontera agrícola con el objetivo de aumentar la producción de “materia verde”, dirigida a la producción de biodiésel.
En esta lógica, dijo que apuntalar la producción de biodiésel en Bolivia así como la producción de etanol, para complementar el 12% a la gasolina del parque automotor, es una apuesta complicada. Dijo también que el Gobierno adeuda 40 millones de dólares del suministro de alcohol anhídrido para este fin sabiendo que, además, hay la idea gubernamental de no sólo mezclar el 12% sino incrementar al 15% cuando ninguno de los motores de los 3 millones y más de vehículos que hay en el país son motores flexibles y sólo aceptan el 10 por ciento. Poveda asegura que ni el alcohol ni el biodiésel van a ingresar adecuadamente a la matriz energética del país y peor aún la energía eléctrica.