ENERGÉTICA señala que, por el momento, la ejecución de nuevos proyectos de generación de electricidad en base a…###

Desafíos actuales PARA EL SECTOR ENERGÉTICO NACIONAL


ENERGÉTICA señala que, por el momento, la ejecución de nuevos proyectos de generación de electricidad en base a fósiles ha sido 5 veces más que la de proyectos de energía solar y eólica.

 

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EDICIÓN 122 | 2023

ENERGÉTICA(*)

 

Hasta el momento el cambio de la matriz energética en Bolivia se ha enfocado a la introducción de energías renovables en el sector eléctrico. Se ha previsto cambiar la matriz eléctrica del país llegando al 2025 con un uso de solo 22% de fósiles para generación de electricidad, siendo el 74% hidroelectricidad y el 4% fuentes renovables (solar, eólica, geotermia, biomasa, etc.), (Ministerio de Energías, 2017). Los hitos previstos para el año 2020 y el año 2025, se puede ver en la Figura 1.

 

La diferencia entre la matriz de generación eléctrica y la matriz energética es que la electricidad representa solamente el 11% del total del consumo de energía en Bolivia. En este sentido, las discusiones sobre proyectos o las formas de volver más limpio el sector eléctrico del país son marginales cuando se compara con la magnitud del desafío total. En términos de cantidad de energía, se quiere que 5 millones de BEP sean “limpios”, pero no se dice nada sobre los 40 millones de BEP que significa el resto del consumo de energía fósil.

 

MEDIDAS DE TRANSICIÓN RÁPIDAS

 

Lograr las metas trazadas por el IPCC para limitar el calentamiento global a 1,5°C necesita de medidas de transición rápidas y de gran alcance, para lo que es necesario que las emisiones netas globales de dióxido de carbono (CO2) de origen humano disminuyan en 2030 alrededor de un 45% respecto de los niveles de 2010, y siguieran disminuyendo hasta alcanzar el “cero neto” aproximadamente en 2050.

 

Eso significa que se necesitaría compensar cualquier emisión remanente removiendo CO2 de la atmósfera (IPCC, 2018).

 

En ese contexto, a nivel global existe el consenso de que una de las medidas más importantes y vitales es actuar sobre el sector energético globalmente y dejar de consumir combustibles fósiles, puesto que son la fuente principal de emisiones de CO2. Por otro lado, la humanidad necesita energía para poder vivir y desarrollarse, en ese marco es necesario desacoplar la generación de energía de la producción de CO2. Esto significa pasar de una matriz energética basada en combustibles fósiles a una matriz energética basada en energías limpias, a este proceso se denomina “transición energética”.

 

¿DESCARBONIZAR LA ECONOMÍA?

 

El desafío de descarbonizar el sector energético directamente significa descarbonizar la economía, dada la ligazón entre fuentes de energía y su utilización en los diferentes sectores económicos.

 

En términos técnicos implica que se sustituya los usos de combustibles fósiles por tecnologías que permitan utilizar fuentes renovables de energía. En el actual estado del arte de la tecnología, básicamente es utilizar electricidad de manera generalizada, se habla entonces de “electrificar” totalmente los diferentes sectores de la economía (residencial, transporte, industria, comercio y servicios, construcción, agropecuario y minería). El uso de biocombustibles queda en entredicho, pues en un análisis de ciclo de vida tiene un saldo de emisiones positivas.

 

CAMBIO RADICAL

 

Como se puede entender el cambio es radical, pero además debe realizarse en el más corto tiempo posible. Un problema en este sentido es que, el sector energético de Bolivia no percibe esa necesidad de trabajo ni la urgencia de empezar a enfrentar esta situación de emergencia climática. Si bien Bolivia contribuye de manera mínima en las emisiones de CO2 a nivel global, este hecho se ha interpretado como que existe un “derecho a contaminar”, lo que ha impulsado proyectos de explotación de recursos energéticos fósiles tanto para la exportación (hidrocarburos), como para la generación de electricidad.

 

Solo como ejemplo, la cartera de proyectos que se ha ejecutado en el sector eléctrico muestra mediáticamente los nuevos proyectos en energías renovables ejecutados (en solar y eólica), los mismos que a fin de este año suman 170,6MW en fotovoltaico. Si se considera los proyectos ejecutados y en ejecución en eólica, se logrará 159 MW, es decir, un total de 329,6 MW de energía solar y eólica.

 

“Si bien Bolivia contribuye de manera mínima en las emisiones de CO2 a nivel global, este hecho se ha interpretado como que existe un “derecho a contaminar…”

 

 

En contraposición, en este mismo periodo de tiempo se han ejecutado proyectos termoeléctricos por un total de 1677 MW. Es decir, la ejecución de nuevos proyectos de generación de electricidad en base a fósiles ha sido 5 veces más que la de proyectos de energía solar y eólica. La contradicción entre los planes y la realidad es manifiesta. En el Anexo 3 se puede ver un detalle de la cartera de proyectos de ENDE ejecutado, en ejecución y en estudio.

 

Por otro lado, si bien hay iniciativas de discusión sobre la transición energética en Bolivia, las mismas aún carecen de sustento técnico que muestre el tamaño real del desafío, los límites de tiempo y cómo encarar este proceso.

 

Finalmente, un tema que no se puede soslayar en el contexto de este análisis es que ENERGÉTICA sostenía, hasta 2020, que la producción boliviana de energía los últimos años estaba en permanente ascenso, exclusivamente en función del aumento de la producción de gas natural. En este marco, se podría concluir señalando que, a partir del descenso de la producción de gas, el país también comenzará a revertir esta situación, complejizando probablemente, la exportación de electricidad.

 

El uso de biocombustibles queda en entredicho, pues en un análisis de ciclo de vida tiene un saldo de emisiones positivas”

 

 

(*) Situación Energética de Bolivia y Desafíos. ENERGÉTICA 2020