
El lago Titicaca continua ENTRE LA CONTAMINACIÓN Y LA INACCIÓN
La desaparición total del Lago Titicaca no es real. Sin embargo, expertos señalan que su deterioro avanza rápidamente, concentrándose en las zonas litorales poco profundas directamente impactadas por las actividades humanas. Las políticas públicas resultan insuficientes lo mismo que el financiamiento del que se dispone
EDICIÓN 140 | 2025
Vesna Marinkovic U.
El Lago Titicaca, el más importante lago de agua dulce de Sudamérica, desde hace unas cuantas décadas enfrenta una crisis ambiental que amenaza su equilibrio ecológico. Aunque las afirmaciones de que el lago podría convertirse en una “cloaca” o desaparecer por completo son exageradas, expertos coinciden en que algunas zonas están severamente afectadas por la contaminación y la falta de gestión ambiental efectiva.
Según Xavier Lazzaro, científico y especialista de larga data en estudios del lago, algunas áreas ya están gravemente deterioradas. La característica endorreica de su cuenca hídrica (es decir sin salida al mar) transforma el Lago Titicaca en un receptáculo que concentra toda la contaminación que se produce en el ámbito de su cuenca. Señala que en el lado peruano, la bahía interior de Puno se ha convertido efectivamente en una “cloaca” debido al colapso de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Espinar. Como resultado, los desechos de la ciudad terminan en el lago, agravando su degradación.
En el sector boliviano del Lago Menor, la Bahía de Cohana es la más afectada por el vertido de aguas residuales provenientes de la cuenca del río Katari, que arrastra desechos de El Alto, Viacha y otras ciudades aledañas. Aunque el Ministerio de Medio Ambiente y Agua (MMAyA) ha desviado el cauce del río, esto ha supuesto el traslado del problema hacia Chojasivi en el municipio de Pucarani y hacia las islas de Sicuya y Pariti en el norte de la península de Taraco, una región de aguas poco profundas más susceptible a los altos niveles de contaminación.
MÚLTIPLES FACTORES DE CONTAMINACIÓN
Carlos Revilla, antropólogo y experto en la Cuenca Katari, señala que el deterioro del lago se debe a varios factores, entre ellos la contaminación por residuos mineros, aguas residuales y actividades económicas que generan grandes cantidades de desechos. Indica que los municipios de El Alto, Viacha, Laja, Pucarani, Batallas y Puerto Pérez contribuyen al problema con la acumulación masiva de plásticos y otros residuos sólidos. Se estima que cada año se vierten alrededor de 7000 Toneladas de basura a los ríos de la Cuenca Katari, provocando la acumulación de kilómetros de plástico con hasta un metro de espesor en la desembocadura del río Katari sobre el Lago Titicaca.
Consultados sobre si el problema del Lago Titicaca enfrenta también una ausencia de políticas públicas, Lazzaro dijo que este no se limita a la contaminación. También requiere de políticas públicas más efectivas y de mayor información a la población. Considera que es esencial comunicar más ampliamente sobre las causas y la magnitud de los deterioros del medioambiente, las soluciones viables combinando ingeniería y estrategias basadas en la naturaleza (humedales construidos, filtros verdes), y el estado de las obras ya completadas como las que están en ejecución a cargo del MMAyA.
De hecho, dijo que una sociedad bien informada entiende mejor la necesidad de proteger los ecosistemas y aplicar normas. Explica que el deterioro del lago es una combinación de la contaminación con los efectos del cambio climático, lo que acelera fenómenos como la eutrofización. Explicó que este proceso, causado por el exceso de nutrientes como fósforo y nitrógeno provenientes de las actividades humanas, genera el crecimiento descontrolado de microalgas en suspensión en la columna de agua (llamado floración del fitoplancton), que al morir consumen el oxígeno del agua y provocan la muerte masiva de peces, ranas, y hasta aves acuáticas, cuyas especies son endémicas, varias en peligro de extinción.
Carlos Revilla, a su turno, agregó que la gestión del agua en Bolivia no ha seguido un enfoque de cuenca adecuado. Sostuvo que mientras el acceso al agua potable ha sido una prioridad, el tratamiento de aguas residuales ha sido descuidado. “En la actualidad, solo el 35% del agua utilizada en la región es tratada antes de ser devuelta al sistema hídrico, lo que agrava la contaminación del lago. Además, la urbanización acelerada y la gran cantidad de actividades económicas en espacios domésticos dificultan el monitoreo y control de los desechos”, aclaró.

Para ambos expertos uno de los mayores desafíos es el control de los vertidos industriales y domésticos…”
RESPONSABILIDAD DEL ESTADO Y LA SOCIEDAD
El MMAyA ha implementado algunas medidas para mitigar la contaminación, pero estas aún son insuficientes, en criterio de ambos expertos. Consideran que, sin un cambio de hábitos en la población y una política estructural de protección ambiental, las soluciones técnicas no tendrán el impacto esperado.
Aseguraron que es crucial que los distintos niveles de Estado y la empresa EPSAS asuman y articulen un enfoque de cuenca que trascienda la gestión municipal, implementen programas de concienciación ambiental a todos los niveles de la sociedad, de educación a la protección del medioambiente en las unidades escolares, con más recursos a las rurales, y refuerce las normativas para evitar que los ríos sean utilizados como vertederos.
Asimismo, coincidieron en que se deben desarrollar estrategias para promover procesos de producción más limpia (PML) en las unidades productivas y una adecuada gestión de residuos asegurando que la responsabilidad es de toda la sociedad en materia de racionar/ reducir el consumo de bienes, del recurso agua, de disponer adecuadamente de los envases, favorecer el reciclaje y el compostaje, y garantizar que solo se dispongan en rellenos sanitarios lo que no pueda tener otro destino.
DETERIORO
Remarcaron que la desaparición total del Lago Titicaca no es real. Sin embargo, destacaron que su deterioro avanza rápidamente, concentrándose en las zonas litorales poco profundas directamente impactadas por las actividades humanas, lo que representa solo el 6% de la superficie del lago. Precisaron que afortunadamente la zona pelágica, central y profundad del Lago Mayor (hasta un máximo de 283 m) está todavía en un buen estado de salud con una transparencia que puede alcanzar 34 m.
Con todo, consideran que la contaminación, la escasez de políticas públicas suficientes, drásticas y efectivas y la ausencia de conciencia ambiental en la población están poniendo en peligro la sostenibilidad y resiliencia del ecosistema del lago. Dijeron que es imperativo que tanto el gobierno como la industria y la ciudadanía actúen de manera conjunta para salvar esta valiosa fuente de vida y cultura en la región andina.
Por el momento, dejaron en claro que la contaminación del Lago Titicaca ha alcanzado niveles alarmantes debido a décadas de desechos industriales, aguas residuales sin tratar y la necesidad de una gestión ambiental más integral y eficiente. Consecuentemente, la crisis sigue afectando la biodiversidad del lago, la calidad de vida y la salud de las comunidades que dependen de sus aguas. Se trata, por tanto, de un territorio del altiplano boliviano fuertemente contaminado.
INFRAESTRUCTURA INSUFICIENTE Y ALTERNATIVAS TECNOLÓGICAS
El MMAyA a través de la Unidad de Gestión de la Cuenca Katari (UGCK), está trabajando en la ampliación y modernización de la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de Puchukollo, la más importante y única planta operativa en la actualidad. Sin embargo, esta instalación, concluida en 1999, nació con un desfase de capacidad: diseñada cuando El Alto contaba con 450.000 habitantes, ahora obsoleta frente al crecimiento acelerado de esta ciudad, que hoy supera el millón de habitantes.
A pesar de las inversiones para optimizar su funcionamiento, la planta sigue siendo insuficiente ya que sólo atiende a algunos distritos del sur de esta ciudad. Se están construyendo otras 14 PTARs, destinadas al tratamiento de las aguas de diversos ríos de la cuenca. Entre ellas la de Tacachira en El Alto, que descargará sus aguas en el río Seque. No obstante, ninguna de ellas esta aun completamente operativa. Mientras tanto, la falta de un sistema integral de alcantarillado, saneamiento y tratamiento de aguas residuales y residuos sólidos sigue permitiendo que grandes volúmenes de aguas contaminadas lleguen al lago.
Lazzaro explicó que otra alternativa en discusión son las plantas compactas, sistemas modulares contenidos en contenedores marítimos que pueden instalarse sin requerir grandes infraestructuras. Estas unidades tienen la ventaja de ser móviles, lo que facilita su reubicación según las necesidades. Además, su diseño minimiza los impactos visuales y olfativos, lo que las hace más aceptables para las comunidades.
UN PROBLEMA DE LARGA DATA
Revilla recordó que la crisis del Lago Titicaca no es nueva. Desde hace 20 años, comunidades como Pucarani han denunciado la desaparición de especies nativas, como el mauri, el carachi y la rana del Titicaca. Subrayó que, en 2004, durante el gobierno de Carlos Mesa, se declaró una ley de emergencia para abordar la contaminación del lago. Posteriormente, entre 2013 y 2014, se llevó a cabo una auditoría ambiental en la que participaron municipios, la gobernación y el MMAyA.
En 2015, se puso en marcha el Plan Director de la Cuenca Katari, con un financiamiento cercano a los 70 millones de dólares del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Este plan incluye la construcción de las 14 plantas de tratamiento mencionadas y la ampliación de la planta de Puchukollo. Sin embargo, remarcó que muchos proyectos enfrentan problemas de sostenibilidad financiera y que los recursos provenientes de organismos internacionales como el BID, siguen siendo insuficientes frente a la magnitud del problema.
Además, destacaron que la resistencia social representa otro obstáculo. Muchas comunidades se oponen a la instalación de plantas de tratamiento y rellenos sanitarios en sus territorios, lo que ha provocado retrasos en la ejecución del plan. Organizaciones de la sociedad civil y la academia han propuesto alternativas técnicas para mitigar los impactos ambientales, pero la falta de coordinación entre los distintos niveles del Estado dificulta la implementación de soluciones efectivas.
VERTIDOS INDUSTRIALES Y DOMÉSTICOS
Para Carlos Revilla, uno de los mayores desafíos es el control de los vertidos industriales y domésticos. Existen alrededor de 29,000 unidades económicas que descargan desechos directamente en ríos y alcantarillados, muchas de ellas informales y difíciles de regular. Mientras que las grandes industrias pueden ser monitoreadas con mayor facilidad, las medianas y pequeñas empresas escapan al control estatal.
Para abordar esta problemática, se están promoviendo estrategias de diálogo con sectores gremiales, como los productores de carne y cuero, para fomentar prácticas más sostenibles. Sin embargo, en un entorno de alta informalidad, el cambio de hábitos productivos es un proceso lento y complejo y se podría decir que esta zona confronta una contaminación peligrosa.
Por ello, organizaciones como IIADI proponen e implementan humedales artificiales basados en la fito-remediación con especies nativas (totora y otras), cosecha de agua, corredores verdes, los filtros de biochar o microalgas y las biobardas para retener residuos flotantes antes de su llegada al Lago. Estas tecnologías, permiten un tratamiento localizado con la colaboración de comunidades urbanas y rurales, representando una respuesta de corto plazo y menor costo para la mitigación de la contaminación y el cambio climático con efectos concretos sobre la calidad y cantidad de agua para consumo humano y uso agropecuario.
La conclusión de ambos profesionales es que el Lago Titicaca enfrenta una crisis ambiental sin precedentes, producto de años de contaminación y falta de planificación urbana y ambiental. Aunque se están implementando soluciones tecnológicas y naturales, la sostenibilidad de estas medidas depende de una coordinación efectiva entre el Estado, la sociedad civil y la comunidad internacional. Sin una acción conjunta y sostenida, el futuro del lago sigue siendo incierto.
LOS EXPERTOS
Xavier Lazzaro, es de nacionalidad franco-boliviano. Doctor en Oceanografía Biológica (UPMC, Paris, Francia) y un PhD en Ecología Acuática (OSU, Columbus, USA). Fue científico del IRD (Instituto francés de Investigación para el Desarrollo) durante 45 años. Actualmente, especialista ambiental en la Autoridad binacional autónoma del Sistema Hídrico del Lago Titicaca, Río Desaguadero, Lago Poopó y Salar de Coipasa (ALT). Desde 1979 investiga el funcionamiento ecológico del Lago Menor, los mecanismos de eutrofización y su control. Diseño y coordina desde 2019 el Observatorio permanente del Lago Titicaca (OLT), el cual monitorea en tiempo real las condiciones hidrometeorológicas mediante una Boya automática, la teledetección satelital y campañas de mediciones en puntos representativos.
Carlos Revilla es boliviano, Antropólogo por la UMSA. Máster en Estudios del Desarrollo (IHEID - Ginebra, Suiza). Docente de la Maestría de Población y Desarrollo del CIDES - UMSA. Director del Instituto de Investigación y Acción para el Desarrollo Integral (IIADI). Actualmente ejecuta proyectos de investigación y acción sobre problemáticas socio ambientales en coordinación con las comunidades afectadas por la contaminación y el cambio climático en la Cuenca Katari y Lago Titicaca.

“…el Lago Titicaca enfrenta una crisis ambiental sin precedentes, producto de años de contaminación y falta de planificación urbana y ambiental”.