Las filas en los surtidores continúan en la capital cruceña. Las hortalizas y algunas verduras se encarecen debido a que su oferta es menor por el corte de ruta que afecta a los centros productivos de Santa Cruz

La oferta irregular de combustible sigue complicando al transporte de carga y al que presta servicio público. Las largas filas en los surtidores en busca de diésel siguen siendo una postal en Santa Cruz.

Camiones, buses interdepartamentales, micros del servicio público y camionetas forman una larga hilera en los diferentes surtidores del cuarto anillo y Doble Vía a La Guardia, en el kilómetro seis y pasando el kilómetro nueve, también hacia La Guardia.

En el kilómetro seis de La Guardia, don José Antonio Rodríguez, chofer de la línea 44, lleva ocho horas esperando que sea su turno para poder cargar diésel, la cantidad suficiente para dos días de trabajo.

“Se llenan la boca de que el combustible está en camino, pero cero diésel. Hasta mi esposa debe venir con sus bidones para tratar de conseguir unos litros extras de diésel. Jamás había tenido tantos problemas para cargar mi tanque”, se lamentó José Antonio.

Rojo y transpirado por el calor, Berno tiene parado su camión, más de diez horas, esperando cargar diésel.

“Llevo pollos al sur del país, pero con los problemas de combustible he perdido dos contratos. Los productores no pueden esperar tanto tiempo para que su carga sea llevada donde ellos quieren, por lo que están a la expectativa de los fletes que tengan suficiente combustible y los contratan de inmediato. Yo no tuve suerte porque, como ve, sigo haciendo cola en este surtidor”, observó Berno, que junto a una treintena de motorizados esperan su turno en el surtidor del kilómetro nuevo de La Guardia.

 

Marcelo Cruz, presidente de la Asociación del Transporte Internacional de Santa Cruz, sostuvo que los anuncios de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), no se reflejan en los surtidores, “donde una cantidad importantes de transportistas hace filas por varias horas y hasta días en busca de unos litros de diésel”.

Cruz subrayó que los bloqueos y la falta de diésel son la cara de una misma moneda, que afecta al sector, que se ve imposibilitado de cumplir con sus contratos de transporte de mercadería, “una situación que llevará tiempo normalizar”.

En este sentido, Raúl Rivadeneira, representante de la Cámara de Transporte de Bolivia, sostuvo que debido a los bloqueos, al sector “le tomará entre tres y tres años y medio recuperar las pérdidas económicas “.

"Esta situación es irreversible para el sector, porque el tiempo necesario para reponernos de este golpe económico será de aproximadamente tres a tres años y medio", declaró Rivadeneira.

El dirigente denunció que transportistas bolivianos se encuentran "secuestrados" en las carreteras a causa del bloqueo, el cual calificó como una medida "política" que está provocando graves perjuicios a diversos sectores productivos y de servicios.

Rivadeneira destacó que muchos de los transportistas a los que representa han adquirido créditos bancarios para comprar repuestos e invertir en sus operaciones, lo que agrava aún más el impacto económico del bloqueo.

Menor oferta de alimentos

En los mercados del kilómetro seis de La Guardia y del octavo anillo y la Doble Vía a La Guardia, la oferta de alimentos provenientes de los Valles cruceños es menor.

Productos, como: tomates, cebollas, lechugas, zanahorias, espinacas, y papas, además de las frutas, como duraznos y, en especial la frutilla, han mermado su oferta.

Desde la Asociación de Horticultores y Fruticultores de Santa Cruz (Ashofrut) indicaron que hacer llegar las frutas y hortalizas a los mercados cada día “es difícil y peligroso”.

De acuerdo con la institución los camiones que transportan alimentos están parados o sufren el ataque los de los bloqueadores, “por lo que estos alimentos llegan en menor cantidad y su precio lastimosamente se esta incrementando”.

“El alza de estos alimentos no es igual para todos, pero en promedio han subido entre tres y cuatro bolivianos, algo debemos ganar, casero”, explicó una vendedora de verduras del pasillo cuatro del mercado del octavo anillo y la Doble Vía a La Guardia.



Fuente: El Deber







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