¿Control tripartito del litio?
Evitar la hegemonía argentina y establecer una inteligente política internacional para concretar la presencia marítima boliviana en el Pacífico, a partir del litio, plantea una carta abierta a Luis Arce Catacora.
EDICIÓN 89 | 2020
Raúl Serrano
Para muchos analistas el litio ha comenzado a mover fichas a nivel mundial. La pandemia ha fortalecido la digitalización que tiene su mayor soporte en este codiciadísimo metal blanco que habita en los salares de manera significativa. Una reciente carta abierta al presidente Luis Arce Catacora habla, entre líneas, de no permitir que Bolivia sea nuevamente utilizada por países como la Argentina que tienen mayor avance en el desarrollo tecnológico para la producción de litio; planteando más bien una estrategia tripartita.
La mesa es blanca y parece estar servida. “Recientemente desde el exterior ha surgido una proposición para conformar un bloque entre Argentina, Chile y Bolivia que conjuntamente pueden suministrar y controlar la producción mundial de litio”, comienza la carta señalando que “el interés de nuestros vecinos por nuestro litio debe ser la llave que nos permita negociar el establecimiento de un monumental parque industrial sobre la costa del Pacífico con un extenso territorio con soberanía compartida por los tres países.”
MAR Y LITIO
“Este territorio, que podría incluir al Perú, sería la base para que empresarios de los tres o cuatro países implementen proyectos industriales para beneficio de nuestros pueblos”, dice Roberto Gonzáles Peláez, autor de la misiva aludiendo a las extensas costas marítimas que poseen estos tres países que podrían complementarse con la gran cantidad de litio, hierro, gas natural y otros minerales que tiene Bolivia, en el marco de un acuerdo tripartito.
Considera que “compartir esos bienes para beneficio de nuestros pueblos, quebrando el injusto y malsano aislamiento marítimo de los bolivianos, producto de estrategias imperiales del Siglo XVIII”, debería ser una nueva estrategia geopolítica alrededor del litio.
LAS NUEVAS RUTAS
En este marco, menciona que a nivel internacional surgen indicios que anticipan el surgimiento de nuevas rutas económicas y estrategias geopolíticas que, en su criterio, abren una oportunidad y un serio desafío para que Bolivia defina y desarrolle una sabia política energética, constitucionalmente bien definida y respaldada integralmente para evitar una repetición de los modelos de avasallamiento externos que se dieron con la explotación de la plata, el salitre, el cobre y con el estaño en los siglos XIX y XX.
“Bolivia no podrá quedarse sentada sobre un caudal energético de litio cuando se dispare la demanda externa como sustituto a las fuentes tradicionales de energía”, dice Gonzales remarcando que “ tratar de negociar entonces podría ser muy peligroso. Es ahora cuando se debe pública y legalmente sentar las bases para cualquier futura negociación y conseguir el apoyo y reconocimiento de dichos países a nuestra Política Energética Nacional (PEN) respecto al litio y el gas natural.”
SALTO AL FUTURO
Exhorta a que Bolivia, bajo el mandato de Arce Catacora, “de un salto al futuro” y plantea “integrar a la ciudadanía de oriente y occidente en torno a un proyecto internacional de gran magnitud cual es recuperar la presencia boliviana en el Pacífico.”
“Además, dice, la oportunidad de poder cambiar la visión negativa del boliviano que ha sido vendida y que está seriamente afectando a las jóvenes generaciones de bolivianos en base a anacrónicos conceptos ideológicos y liderazgos políticos oportunistas”, afirma Gonzáles.
Asegura que la validez de esta propuesta “es perentoria por el surgimiento de un gobierno nacional con gran apoyo y conciencia popular que tiene el gran desafío de establecer una eficiente administración y una inteligente política internacional y energética para concretar la presencia marítima boliviana utilizando la riqueza del litio.